Nada personal
- Arely Navarro
- 8 sept 2015
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 4 ene
Nada de esto es personal. No puedo dormir y quiero hablar contigo porque es lo que hago desde hace un año cuando no puedo dormir. Pero ya no me mandas mensajes cuando te quedas despierto y probablemente hablas con alguien más. Está bien, supongo. Tiene mucho tiempo que no me cuentas lo que piensas o alguno de tus miedos. También tiene mucho tiempo que no te platico sobre mí. Me gustaba la manera en que me hacías sentir especial, como si tus secretos no se los confiaras a nadie más en el mundo. Contigo descubrí pensamientos que no sabía que habitaban en mí y hablé de cosas que sólo le confiaba a la parte oscura de mi mente. Me gustaba hablar contigo de la tristeza porque me sentía feliz de que estuvieras escuchando. Me gustaba cómo hacías que todo se sintiera más real. Y en mis fotografías de esa época mi sonrisa era más grande y mis ojos brillaban más. No quiero que sea el día once de este mes aunque apuesto que no sabes porqué. Me gustas más cuando estás perdido porque entonces me buscas y yo vuelvo a aceptarte aunque en el fondo y lentamente me cuesta cada vez más trabajo. A estas horas era cuando te decía te quiero sin dudar. No sé cuándo te lo dije por última vez. No sé cuándo lo pensé por última vez. Cambiamos y las cosas se quedaron iguales. Los términos medios no funcionan con nosotros y tú quieres el extremo que yo no. Y las cosas que te escribí ahora se leen distintas. Acuérdate de cómo pedimos que el tiempo nos pusiera más cerca y sólo se nos metió entre las manos. No puedo dormir y no quiero que el tiempo avance. Quiero cerrar los ojos mientras todo cambia porque no estar contigo me marea. Pero nada de esto es personal, es sólo que no puedo dormir.
